Luís García Bravo
En la Sierra con Currito, 50 años después
La Carta al Sargento de la Guardia Civil
La Emboscada - La Detención
Fotografía: David García López
Después de la entrevista en la casa de Francisco López Herrera "Currito" (También conocido con los nombres de guerra "Requeté" o "Quico"), habíamos quedado para otro día en que nuestro veterano guerrillero me iba a contar una de las refriegas que tuvo él y sus compañeros con la Guardia Civil, cerca de San Roque (Cádiz), y que cuando estuviéramos en ese mismo lugar, me hablaría de "la carta al sargento de la Guardia Civil".
Así pues, lo dispusimos para el sábado siguiente, para emprender la nueva jornada de trabajo, y como yo imaginaba que la jornada prometía andar bastante y que iba a conocer lugares maravillosos, el viernes mi hijo David y yo preparamos todo lo necesario para pasar una jornada con nuestro amigo Currito.
Iglesia de San Roque. Al pie de su escalinata se pueden apreciar los poyetes, por los que me preguntó David, desgastados por las navajas.
Preparamos todos los equipos fotográficos,la grabadora, la vestimenta y calzado especial para el campo. He de decir que Currito es un hombre muy querido y respetado por los camaradas de su partido, el PCE, y siempre le acompaña en sus "escapadas" al monte su gran amigo Pepín, quien en esta ocasión también nos acompañó, y que por cierto, conoce el terreno que íbamos a explorar igual que Currito, dado que su trabajo en la zona de Pinar del Rey tiene una relación directa con los parajes que íbamos ha visitar.
Por fin llegó el sábado, que amaneció con un día de Julio brillante de sol, que dejaba entrever que haría mucho calor, aunque el día era claro, pero no lo suficiente, pues había una pequeña bruma, la "kalima", y deseosos de emprender el camino salimos de Algeciras hacia San Roque (Cádiz), donde habíamos quedado, a las nueve de la mañana en la plaza de la Iglesia del bello pueblo de San Roque.
Mientras esperabamos a Pepín y Currito, estábamos sentados en los poyetes que rodean la iglesia, y David me preguntó qué eran aquellos extraños y profundos socavones que tenia el poyete de piedra caliza donde estábamos, y le expliqué que esas marcas o surcos en la piedra eran de ...afilar las navajas, y le comentaba que quién sabe cuántas navajas, y de quiénes, se habrían afilado allí al cabo del tiempo...y qué historias esconderian esas facas.
Cuando empezaba a dar las nueve campanadas el reloj de la iglesia de san Roque, apareció Pepin, saludándonos jovialmente:
- Buenos días ¿No ha llegado Quico (Currito)?
- No, ...que raro, ¿No?...se le habrá olvidado. -le contestamos-
Dirigimos nuestra mirada hacia el mirador que hay unos metros mas allá de la Plaza y por allí aparecía la enjuta silueta de Currito, con unsimpático sombrero de paja y unos gemelos en la mano. Al decirle que creíamos que se había olvidado nos respondió:
- No, hombre, es que estaba observando desde el mirador de ahi arriba hacia el monte y recordé una historia. Para cuando terminemos esta jornada, te contaré lo que nos pasó en aquella parte que linda con Los Barrios.
Quico -Currito- nos dio un enérgico abrazo a cada uno, y una vez en el vhículo, nos dirigimos rumbo hacia el bello paraje de Pinar del Rey, que es uno de los sitios mas bonitos que lindan con la ciudad de San Roque. Durante el trayecto Currito ya me iba adelantando algunos detalles de lo que íbamos a ver.
Currito "el Requeté"
Empezamos a andar, y una vez que dejamos nuestro vehículo debajo de un pino para que le diera la sombra, Currito nos iba comentando que la vegetación había cambiado muchisimodesde entonces, y queahora estaba todo lleno de alambradas para el ganado. Esto no fue ningún obstáculo para ninguno de nosotros y como podréis ver, mucho menos para Currito, el cual a pesar de sus ochenta y tantos años, tiene una agilidad prodigiosa. Aproveché para preguntarle:
- Currito, sé que tambien te llaman "Requeté", un nombre de guerra curioso para un guerrillero antifascista, ¿De que te viene tal apodo?
- Ya, ya, ..., "yo, Requeté", -responde con esa mirada de niño travieso- Es que de joven siempre andaba de bulla, revolviendo, y una vez, cuando estaba en mi barrio de la Estación de San Roque, pasaba un tren, que sería militar, y se le cayó la boina a un requeté de esos, de los de verdad, y yo tan inocente, y con esa boina roja tan vistosa, vaya tentación, pues que la recogí del suelo y me la puse tan tranquilo, paseándome con ella por el pueblo, y me pusieron ese mote, ...es que yo era un "bisho" de pequeño.
Desde ese momento en que empezamos a caminar, Currito, que se movía como un gato montés por esas trochas, ya empezó a ejercer de líder protector de todos nosotros: andaba siempre delante, reconociendo el terreno, pero mirando hacia atrás y pendiente de todos nosotros, sobre todo de David y de mí, pues Pepin es un hombre muy experimentado en moverse por el campo. Además, Currito ha pasado mucho tiempo con Pepín, lo cual hacía que le prestara menos atención que a nosotros. Una vez pasadas las alambradas que teníamos por delante y anduvimos un buen trecho, empezamos a divisar los montes donde tuvo lugar un "encuentro" de Currito y sus compañeros con la Guardia Civil, del que Currito y sus compañeros escaparon con gran habilidad.
Los Campamentos guerrilleros de "Los Charcones"
Cuando llegamos justo donde podíamos ver los montes, paramos para que Currito nos explicara la ubicación de sus Campamentos, y levantamos un dibujo a mano alzada mientras que mi hijo David, quien me acompaña siempre en estos "trabajos de campo", fotografiaba todo el entorno y nuestra actuación mientras hablábamos durante la entrevista.
Nos comenta Currito que él y sus compañeros tenían dos Campamentos en aquella zona, los cuales a partir de ahora lo llamaremos el Nº1 y el Nº2. Cambiaban de campamento con el propósito de estar siempre en el mismo sitio y poder mantenerse en la zona cuanto mas tiempo mejor. No cabe duda que los sitios escogidos estaban totalmente camuflados con el terreno y tenían a su alrededor suficiente agua de fuentes naturales ricas en hierro.
La subida es cuesta arriba y cuando se sale de la arboleda, adviertes que te quedas totalmente al descubierto, lo cual servía a Currito y sus compañeros para tener un gran dominio visual desde arriba, de todo lo que les rodeaba por el frente y por los flancos,
Hoy en día hay alguna que otra vereda hecha por el mismo ganado, que llega hasta cerca de las montañas a los charcones para beber, pero en los tiempo que le toco vivir a Currito y sus compañeros en estos parajes la vegetación era mas abrupta y había bastante menos ganado.
Una vez que hubimos llegado a este lugar, conocido popularmente como "Los Charcones", Currito nos explica como tenían configurados los dos campamentos: el Nº 1 situado al Oeste, y el otro, donde fueron descubiertos por la Guardia Civil, el Nº 2, orientado hacia el Este, en dirección a San Roque.
En el centro justo de las dos montañas existe una garganta, la cual divide en cierto modo las dos sierras y por donde aparece el agua de los charcones. Antes de llegar desde el campamento N1 a la garganta, existe una fuente en la que Currito y sus compañeros cogían agua para beber y cocinar, la fuente como podéis ver es riquísima en hierro. Esta fuente es conocida como la "Fuente del Canuto".
La emboscada
Una vez que subimos al Campamento Nº 1, desde donde se domina todos los alrededores, Currito, un poco emocionado por encontrarse en el lugar que hacia tantos años estuvo, y por que fue el momento que aprovechó para contarnos:
Ubicación de los Campamentos 1º y 2º. La flecha blanca marca el lugar donde se hallaban Currito y el enlace justo antes de la emboscada
"En este mismo lugar -nos cuenta Currito- decidimos los tres guerrilleros escribir y hacerle llegar una carta especial al sargento de la Guardia Civil de San Roque, en la cual le pedíamos que, por favor, dejaran tranquilas a nuestras familias, -a las que sabíamos que andaban importunando continuamente- que ellas no tenían ninguna culpa de nuestra vida, y que nosotros no hacíamos otra cosa que defender España de quienes la usurparon." ...en ese momento Currito se emocionó, y tuvo que interrumpir su relato para secarse las lagrimas que brotaron en sus ojos.
Por mucho que cualquiera de nosotros queramos imaginar lo que estas personas sufrieron, nunca lo podremos entender. Después de unos emocionantes minutos, hasta que ya pasó la emoción del momento un poco, Currito empezó a explicar como fue el encuentro, si se le puede llamar así, con las patrullas de la Guardia Civil que los sorprendieron en su campamento.
54 años después, Currito se sitúa en el lugar exacto del campamento 2, donde se hallaba durmiendo cuando le "viisitó" el enlace que les delataría, 15 minutos antes de la emboscada de la Guardia Civil.
Currito prosigue incansable con su historia, marcada a fuego indeleblemente en su fértil memoria. Esta escena que nos describía con tanto detalle en el lugar de los hechos, y casi por las mismas fechas, con 15 dias de diferencia en este mes de Julio de 2002, ( 54 años más tarde), era como visionar una pelicula en la gran pantalla, pero en vivo, y nuestro protagonista, Currito, en primer plano, que nos seguía relatando:
"Seria sobre el 13 de julio de 1948, cuando nos encontrábamos justo aquí, en este lugar, al que llaman la Fuente del Canuto.
Estabamos allí descansando los siguientes compañeros: Antonio Mena Posado “ El Rubio”, Joaquín Correro Correro “ El Leñador”, Andrés Chávez Martínez “ El Chávez” y el que os habla, Francisco López Herrera “ El Requeté”, que era como me llamaban.
El delator
Eran las ocho de la mañana, y por la parte de atrás, o sea, desde arriba del cerro del Campamento 1, nos entró un tipo de repente -el cual no voy a dar su nombre- que era uno de nuestros enlaces del Llano. Yo estaba acostado justo aquí, en el mismo campamento, y los demás compañeros estaban dormitando, cada uno escondido entre los lentiscos (Roquedales con matojos) de alrededor, que controlaban el campamento.
"..Esto ya no es lo que era"
Me acababa de despertar, todavía estaba un poco adormilado, pero confiado le di la bienvenida al campamento ofrecíéndole un café a esta inesperada visita, a lo que este enlace inmediatamente me respondió que no le apetecía, -parecía tener prisa-...y pretextó que prefería seguir su camino hacia abajo, ...no sin antes decirme: "Esto ya no es lo que era". ...Por un momento, esa extraña frase me dejó pensativo, pero no le dí más importancia.
Dicho esto, al rato el enlace desapareció monte abajo, ...y yo seguí echado intentando dormir cuando, todavía no había pasado un cuarto de hora, sentí ruido de disparos, y escuché de repente a mis compañeros que salían corriendo del lentiscal avisándome: "¡Corre, aquí están los tíos!" Me puse las botas (borceguíes) inmediatamente, cogí mis armas, una pistola del 9 largo y mi mosquetón, y salí corriendo como un poseso, en dirección hacia la Fuente del Canuto, para intentar coger la garganta hacia arriba. Detrás de mi observé que corrían también mis compañeros, siguiéndome.
Cuando íbamos a iniciar la subida de la garganta,por la fuente, de repente nos dimos cuenta que otro grupo de guardias civiles empezaba a tirotearnos desde el lado del campamento N†2 . La situación empeoraba.
Seguimos corriendo hacia delante con la intención de salir por nuestro frente, pero una vez arriba, ...nos encontramos con un tercer grupo de guardias civiles que nos atacaban por el frente, aquí de pronto les contestamos al fuego y les disparamos varias ráfagas para distraerles, sin intención de herirles, y los guardias, sorprendidos al no esperar el contraataque, se tiraron al suelo, momentode confusión que aprovechamos para volver de nuevo hacia atrás, corriendo por una vereda que vimos libre hacia la derecha, y subimos por detrás del campamento N†2, hasta culminar en lo alto de los tajos y dirigirnos hacia el Oeste."
La huida
"Por unos momentos, que se hicieron interminables, estuvimos atrapados entre tres tiroteos: los que traíamos detrás que atacaban hacia arriba, los del campamento N†2, que nos tiraban por el flanco izquierdo y los del frente, quenos disparaban hacia arriba y por el flanco derecho. Aparentemente no teníamos escapatoria, pero conocíamos el campo y nuestras posibilidades.
Pero, quiso el destino, la experiencia guerrillera y la agilidad que nos permitía nuestra juventud, que los guardias no consiguieran herir a ninguno de nosotros y, una vez en la parte alta, corrimos desesperada pero ordenadamente, saltando por los riscos como diablos, en zig-zag, luchando con la maleza y los espinos que nos desgarraban, saltando de risco en risco, incluso atravesamos el llano en plena descubierta, en dirección Oeste, hacia las tierras de Castellar de la Frontera.
Si los guardias civiles no llegan a subir hacia nuestro campamento pegando tiros y armando esa enorme escandalera, nos hubieran cogido uno a uno, como a conejos,...lo que pasa es que ellos también debieron temer que podríamos estar a su vez acechándoles desde nuestros puestos.
...Como comprenderéis fuimos delatados por ese enlace que se despidio sin tomar café." Currito no quiere mencionar el nombre del delator, y yo supongo que lo hace por respeto a sus descendientes, que según él "su familia son buena gente, no tienen la culpa, ...y vete tú a saber lo que le habrían hecho".
Currito nos cuenta que no perteneció a la Agrupación Guerrillera "Fermín Galán", de la que era jefe Bernabé López Calle, (Conocido como el "Comandante Abril", elegido por votación unánime por los miembros de esta unidad guerrillera, un guardia civil de militancia anarquista que permaneció leal a la República -como casi la mitad de toda la Benemérita- en la Guerra Civil),en cambio si que conoció a muchos de los compañeros que pertenecieron a ella, y rememorando, nos cuenta como también conoció a algunos compañeros de la "partida" de los "Morenos de Cortes", -llamados así por ser estos hermanos originarios de Cortes de la Frontera- que se movía entre las sierras de Málaga Occidental y Cádiz.
Currito no quiso que bajáramos del cerro del Campamento 1 donde nos hallábamos, sin hacernos llegar hasta la vereda por la cual él y sus compañeros consiguieron subir y escapar de la emboscada de los guardias civiles.
Las ratas ...y la oreja del pobre "Caracoles"
El viejo guerrillero nos cuenta una anécdota, que en ese momento le viene a la cabeza, y que como es habitual en él, empieza a reírse por lo bajo antes de contarla, despertando nuestra curiosidad. Esta anécdota se refiere a Juan Toledo Martínez “Caracoles”, de la Agrupación Guerrillera (AG) "Fermín Galán", que cayó acribillado en la matanza del Chorrón en marzo de 1950.
"Estábamos acampados, en un lugar en el que había muchos ratoncillos y ratas, que acudían hambrientos a las migajas de pan o nuestra comida que caían al suelo. Una mañana se despertó Caracoles y cuando se tocó la oreja, ¡ Descubrió que los ratones se la habían roído, y el pobre, en su profundo sueño, ni se había enterado ! ...lo que despertó las risas y guasa entre sus compañeros.
Después de aquella historia de las ratas y su oreja, -prosigue Currito emocionado- veníamos los dos, "Caracoles" y yo, de regreso de la parte de la Serranía, y antes de llegar al campamento se despidió de mi, y se fue solo, ...lo vi perderse en la distancia con dirección a Castellar de la Frontera, ...ésa fue la ultima vez que lo vi vivo. La muerte le esperaba poco tiempo después." Currito, en su gran humanidad, no puede disimular su emoción una vez más. Sus compañeros muertos, siempre, permanentemente en el recuerdo. Es algo muy habitual que suelo observar en todos los guerrilleros que conozco.
Lágrimas, emoción ...compañeros en el recuerdo
Vuelven las lágrimas a aparecer en los ojos de Currito, a lo que trato de consolarle, dándole una palmada en la espalda. Seguimos andando un trecho sin hablar , cada uno en sus pensamientos, yo mentalmente trato de imaginar a los dos guerrilleros andando por el mismo lugar en que yo lo hacia en ese momento.
Mientras caminamos mi mente se llena de imágenes, intentando imaginar a dos hombres jóvenes y apuestos, en lo mejor de su vida, vestidos con su pantalón de pana color de avellana, sus camisas caquis, y las botas llenas de polvo colorado de la tierra de por aquí, cansados de tener que estar siempre alerta, pendientes de cada sonido de la sierra, y sentirse perseguidos... Y justo al llegar al Cerrillo del Águila, los dos compañeros se separan con un abrazo. Quizás una despedida igual o parecida tendría lugar años después cuando "Caracoles" y sus compañeros se separaron de Pablo Pérez Hidalgo "Manolo el Rubio", ...ese fue el triste destino del guerrillero "Caracoles", también a causa de un delator.
Habíamos andado un poco, cuando Currito nos para, y señalando al frente nos comenta: "Era una mañana que estaba lloviznando y estábamos resguardados ahí cuando de pronto, nos dimos cuenta de que un joven que estaba con las cabras nos había visto. Le llamamos, pero salió corriendo, a lo que yo salí detrás de él, y casi abajo, lo alcancé. Le dije que no dijera nada a nadie, y supimos que jamás aquel joven dijo a nadie que había visto a los del monte."
Tánger: La Detención de Currito
Hicimos una parada para descansar y nos sentamos debajo de la sombra de un arbusto para refrescarnos, le pregunté a Currito que cómo fue cuando por fín lo detuvieron.
"Decidimos abandonar la lucha armada y después de algunas tentativas de cruzar el Estrecho, en las que otros compañeros murieron ahogados, engañados por los contrabandistas que los solían pasar, por fin conseguimos llegar a Tánger, donde estuve trabajando en el campo, pero el 16 de Julio de 1949 me detuvieron junto con Juan Ruiz Martín “ El Rucho”. Pasé 2 días encerrado en los Calabozos de Tánger, de allí nos trasladaron de vuelta a España y estuve confinado 10 días en la Cárcel de Algeciras, después 6 meses en la Cárcel de San Roque y de allí me llevaron a Sevilla, donde tras un juicio sumarísimo me condenaron a la pena de muerte. Ví la cosa muy negra, pero después la pena de muerte me la conmutaron por 30 años de cárcel, hasta que me trasladaron al Penal de Burgos.
"Los 6 meses que pasé en la cárcel de San Roque (Cádiz) fueron muy malos, horribles, imposibles de olvidar... para dormir estábamos arracimados como bestias, en una pequeña habitación más de 40 hombres, y como los servicios estaban fuera, por la noche, nos ponían dentro de la habitacion un caldero muy grande, de esos del petróleo, para que orináramos y defecáramos.
Imagínate, Luis, tantos hombres juntos allí, unos casi encima de otros, amontonados, encerrados entre esas paredes, comidos por los piojos, ...y con las comidas tan apestosas que nos daban se nos iba el vientre de las diarreas,.. pues en el transcurso de la noche veíamos cómo el caldero de la porquería se iba llenando poco a poco conforme se utilizaba, hasta que por fin veíamos impotentes cómo rebosaba de orina y heces, que apestaban como el demonio, derramándose ese pestilente contenido por el suelo, donde teníamos que dormir como podíamos."
Condenados en Sevilla
En Sevilla, el 23 de Junio del año 1951, fuimos juzgados 10 compañeros y yo, en total 11 condenados con las siguientes penas:
23/06/1951: Francisco López Herrera "Requeté" Conmutada la pena de Muerte por 30 años de Cárcel
23/06/1951: José García Ortiz "El Ciruela": Conmutada la pena de Muerte por 30 años de Cárcel
23/06/1951: Manuel Martínez Casas "El Gazapo" Conmutada la pena de Muerte por 30 años de Cárcel
23/06/1951: Diego Pérez Moreno "El Monzón": Conmutada la pena de Muerte por 30 años de Cárcel
24/06/1951: José Lobato Floria "Lobato" Fusilado
24/06/1951: Juan Ruiz Martínez "El Rucho" Fusilado
24/06/1951: Andrés Cháves Martínez "Chaves": Fusilado
24/06/1951: Sebastián Sánchez Jiménez "El Calero" Fusilado
24/06/1951: José Vilches Ruiz "El Barbas" Fusilado
24/06/1951: Julián Moreno Barragán "Moreno de Cortes": Fusilado
24/06/1951: Francisco Pérez Salguero "Macaquito": Fusilado
El "paseíllo"
"Al no haber agua corriente en aquella especie de calabozos de San Roque, la teníamos que coger en un cubo de la aljibe del patio, y nos la echábamos unos a otros para poder lavarnos. Una noche vinieron a buscarme gente vestida de paisano, imagino quiénes eran, pero que quede claro que no tenían nada que ver ni con la Guardia Civil, la Policía o Ejército, con la intención de darme "el paseíllo", o sea, para fusilarme en cualquier cuneta, y aunque insistieron bastante, por fortuna el director de la cárcel les dijo que "de eso nada", que mi caso ya estaba en manos del Juez que es quién me juzgaría.
Recuerdo que la madrugada que nos sacaron de San Roque para conducirnos a Sevilla. No nos dieron nada que llevarnos a la boca, ni un mendrugo. Y cuando salimos todos los que íbamos para Sevilla, amarrados, al llegar a la plazoleta del mirador -el mismo de esta mañana- que era donde estaba el furgón, la plaza estaba toda rodeada de guardias civiles armados, nos montaron en el furgón y algunos de los compañeros además de estar amarrados por las manos lo amarraron de una pierna a la pata del asiento.
Cuando llegamos a la Estación de trenes de San Roque todo lo que había eran guardias civiles. Nos metieron a todos en una habitacion, y veíamos toda la estación estaba rodeada de guardias. Este mismo despliegue de seguridad se sucedió en todas las estaciones por donde pasaba el tren hasta Sevilla, adonde por fín llegamos de noche, y entonces fue cuando nos dieron un poco de café."
Conclusiones del Autor:
La experiencia que hemos vivido con nuestro entrañable amigo Currito, ha sido, y cada vez que me encuentro con él, es maravillosa. Además de conocer lugares bellísimos, yo he conocido mejor a un ser entrañable como persona que entre sus cualidades cabe destacar su nobleza, la simpatía que lo caracteriza, y a pesar de su edad, su juventud vital.
Mi amigo Currito, es una de las personas que transmite energía positiva y libertad, y que de personas como él tenemos mucho que aprender. En su corazón no hay lugar para el odio, Cuando volvió de Burgos se casó con su novia Ana, que siempre le esperó, y rehízo su vida como cualquier otro, en el pueblo y en los lugares donde tanto pasó, pero en su corazón jamás quedaron resquicios de odio.
Conozco personalmente a muchos de los guerrilleros que actualmente viven, y puedo decir que todos reúnen las mismas cualidades y es que alguien que dio lo mejor de su vida, su juventud por la causa de la libertad, no podía ser de otra forma.
ACLARACIONES DEL AUTOR: Durante 40 años muchos hombres y mujeres siguieron cayendo en los montes, ante las tapias de los cementerios, padeciendo persecución y pérdida de libertad, por volver a abrir ese camino a la esperanza, ese marco de libertades que podía llevarles a la conquista de un mundo más libre, más justo, más de todo. Testimonios como éste, el cual es narrado por el propio protagonista, como otros que traeré a esta Web, que lo harán familiares directos, estarán en esta pagina Web como en otros medios de divulgación publicos con los fines siguientes:
- Rescatar esta parte de la historia, la cual se encargaron de ocultar y de tergiversar durante tantos años.
- Que tengan acceso a esta información todos los ciudadanos y ciudadanas, pues en definitiva, la historia sólo es propiedad de los pueblos.
- Reivindicar nuestra Memoria Histórica, para que no puedan seguir robándonos u ocultándonos nuestro pasado verdadero. Para sumar voluntades, por la justicia histórica.
Luis
ResponderEliminarHa sido una gran suerte hablar contigo y saber esperar para contar mi pequeña historia, junto a la de gente como tú, que lleva años tras los caminos de la memoria de estos guerrilleros por la libertad.
Gracias!